Superando varios problemas de la vida incluyendo la depresión mediante el canto

La SSRF publica estos estudios de caso con la intención de guiar a nuestros lectores en lo referente a problemas que se manifiestan a nivel físico o psicológico, pero que pueden tener su causa raíz en la dimensión espiritual. Hemos observado que cuando la causa raíz de un problema es de naturaleza espiritual, los remedios de sanación espiritual generalmente son los que dan mejores resultados. La SSRF aconseja que se continúe el tratamiento médico convencional junto con los remedios de sanación espiritual para el tratamiento de enfermedades físicas y psiquiátricas. Se aconseja a los lectores que lleven a cabo cualquier remedio de sanación espiritual a su propia discreción.

Resumen

Ian (ahora de 31 años) estaba experimentando un malestar inexplicable desde su infancia. Esto continuó sin disminuir hasta que conoció a un aspirante espiritual de la Spiritual Science Research Foundation (Fundación para la Investigación de la Ciencia Espiritual – SSRF) quien le explicó cómo esos problemas de la vida podían ser superados con la práctica espiritual. El siguiente es un recuento del trauma de Ian en sus propias palabras y cómo la práctica espiritual lo está ayudando a superarlo.

Ian no es su nombre verdadero y ha sido utilizado para proteger su privacidad.

1. Varios problemas en la infancia

Desde mi temprana infancia (4 años de edad), experimenté mucho malestar mental en diferentes formas. Yo podía ver cosas que otros no podían ver. Una tarde, vi a dos hombres entrar a uno de los cuartos de nuestro departamento. Les comenté a mis padres sobre eso, pero como ellos no podían ver a nadie lo descartaron, dando por hecho que era mi imaginación. Este tipo de incidentes me causaban mucha angustia.

Yo también tenía el problema de no poder dormir en la noche y con frecuencia sentía que alguien estaba parado detrás de mí. Cuando yo volteaba para ver quién era, no había nadie. Yo sabía que alguien estaba ahí, puesto que podía escuchar un sonido como cuando el aire se mueve muy rápidamente. En la mañana, me despertaba con dolores en las muñecas y músculos, odiando la vida y todo alrededor de mí. Tenía problemas para despertarme en la mañana, y muchas veces desayunaba con mis lentes de sol puestos porque no podía tolerar la luz.

Cuando comencé la escuela, se me hacía muy difícil mantenerme atento en clase. Yo acostumbraba a hacer movimientos raros como de baile con mis piernas debajo de la mesa durante el desarrollo de la clase. Pronto, esto se convirtió en un hábito. Más tarde me daría cuenta de que esto era un síntoma de una manifestación de posesión.

Consulte el artículo sobre Definición de la SSRF sobre posesión por una entidad o fantasma.

Depresión en la adolescencia

Recuerdo que experimenté felicidad por primera vez cuando tenía doce o trece años. En ese momento, cuando miré hacia atrás en mi vida, no podía recordar cuándo había sido la última vez que me había sentido feliz. Más tarde, sin embargo, la tendencia de depresión continuó y durante toda mi adolescencia, tuve muchos episodios de depresión severa. Yo no podía entender qué era lo que estaba mal conmigo. Intenté encontrar las causas de mi infelicidad, pero no hallaba una razón aparente.

2. Depresión y otros problemas en la vida adulta

Después de mi graduación, tuve problemas para encontrar trabajo. Cada vez que lograba tener un trabajo, de alguna forma no podía mantenerlo. Me hice adicto a fumar cigarrillos, marihuana y a beber alcohol.

Muchas veces, mientras caminaba por la calle o viajaba en transporte público, surgían pensamientos destructivos tales como patear o golpear a extraños. Odiaba a todos los que estaban a mi alrededor. En este punto, me di cuenta de que no tenía ningún control sobre mi vida, sin embargo, no sabía qué hacer para superarlo.

A través de todos estos años, yo era consciente de que nadie sabía de mi otro lado. No podía explicar lo que estaba pasando conmigo, incluso a mis padres y amigos. Cada vez que trataba de hablar de mis problemas terminaba en una severa depresión e infelicidad. Traté de esconderme, esperando que mi vida terminara. Muchas veces tuve pensamientos suicidas, pero en alguna parte dentro de mi corazón yo sabía que Dios me había dado esta vida y que yo no tenía derecho de quitármela.

3. Introducción a la práctica espiritual del canto

En 1999, cuando yo tenía 24 años, a través de un amigo mío me encontré con Ana, un miembro de la SSRF. Ana fue la primera persona que no juzgo mi comportamiento, y por el contrario, se ofreció a ayudarme para encontrar una solución. Me comentó sobre la investigación de Su Santidad Dr. Athavale,  y cómo Él está ayudando a la humanidad mediante la publicación de una gran cantidad de información sobre cómo la dimensión espiritual afecta nuestra vida. También me comento sobre la práctica espiritual del canto del Nombre de Dios. Recuerdo claramente el día en el que me habló sobre la práctica espiritual; había estado lloviendo todo el día y cuando nos encontramos a medio día, la lluvia paró y un hermoso arco iris apareció en el cielo. Sentí como si Dios me hubiera estado diciendo “Ahora todos tus sufrimientos se han acabado.”

4. El comienzo del canto del Nombre de Dios

Ana me dijo que cantara el Nombre de Dios de acuerdo con mi religión de nacimiento. Además me aconsejó dos cánticos específicos como remedio de sanación espiritual:

  • Shrī Gurudev Datta que corresponde al principio específico de Dios para superar mis problemas ancestrales y
  • Shri Gaṇēshāya Namaha’ que corresponde al principio especifico de Dios para incrementar el nivel de mi energía Vital (Prāṇa-shakti).

En un principio, fue muy difícil para mí cantar. Constantemente bostezaba, y me empezaba a dormir, sentía como si alguien caminara sobre todo mi cuerpo, etc. A veces, era incapaz de mover mis manos o piernas. También sentía mucha rabia dentro de mí que me impedía cantar. Ana me explicó que el malestar que estaba sintiendo después de cantar era en realidad el malestar que sentían los cuerpos sutiles de los ancestros que me afectaban. Sin embargo, yo estaba decidido a continuar con el canto porque no quería vivir nunca más el malestar que solía tener. Por lo tanto, de forma diaria comencé a cantar meticulosamente 9 mālās (lo que equivale a 972 veces) de cada uno de los cánticos de Shri Ganeshaya Namaha y Shri Gurudev Datta.

Después de comenzar a cantar, en sólo unos pocos días comencé a sentirme mucho mejor. Tenía más energía, el dolor de la mañana se detuvo, y por primera vez en mi vida comencé a mirar hacia adelante para disfrutar la vida. Terminé con mi hábito de fumar marihuana y consumir alcohol. Antes, solía emborracharme 1-2 veces por semana y frecuentemente fumaba marihuana.

5. Superando con el canto los ataques por ancestros en los sueños

Continúe con los cantos mencionados más arriba por alrededor de un año. Una noche, a principios del 2002, tuve un sueño en el que estaba hablando con 5 a 10 personas en un centro de esquí. Extrañamente, aunque yo no los conocía en esta vida, todos parecían familiares. Repentinamente, todos ellos brincaron sobre mí y yo luchaba para liberarme de sus garras. Me di cuenta de que ellos estaban tratando de matarme y llevarme con ellos. Yo no podía respirar.

En ese momento, me desperté jadeando buscando aire y justo cuando alcanzaba a respirar, una nube negra golpeó mi cara y me empujó de nuevo a la cama. Ahora sabía con certeza que todo era real y no sólo mi imaginación. En ese momento, mi canto de Shri Gurudev Datta comenzó automáticamente. En solo unos pocos segundos la presión en mi pecho se redujo y pude respirar normalmente. Comencé a rezar pidiendo ayuda para poder continuar cantando y protegerme del ataque. Después de un minuto aproximadamente recuperé el control total de mi cuerpo.

La ayuda inmediata que me había dado el canto de Shri Gurudev Datta’ me hizo dar cuenta de que los sueños habían sido causados por mis ancestros difuntos.

Sentí que los cuerpos sutiles de los ancestros que me habían atacado habían salido de la habitación hacia la terraza, y estaban furiosos conmigo porque no podían entrar a mi habitación debido al canto del Nombre de la Deidad Datta. Durante todo este incidente no tuve miedo y cuando todo terminó, yo sabía que sólo Dios me había dado el valor para soportarlo.

Aparecieron en mis sueños una o dos veces al año, pero no podían atacarme por la capa protectora del cántico de Shri Gurudev Datta creada a mi alrededor. Solamente me amenazaban. En cada próximo sueño, el número de ellos se redujo. La última vez que tuve un sueño así fue hace alrededor de un año, a finales del 2005.

6. El momento decisivo

En el 2005, un incidente esporádico trajo a la luz otra causa espiritual de los problemas en mi personalidad. Estaba yo viajando en autobús con un compañero aspirante de la SSRF, Vlada, quien también es mi compañero de piso. Yo le estaba diciendo cómo sentía que todo en esta vida no tenía sentido, que mi vida no tenía significado alguno y cómo todo era negativo e imposible de soportar. En ese tiempo, yo me identificaba profundamente con lo que estaba diciendo y no podía ver nada positivo. Él me estaba escuchando atentamente, pero en ese momento no respondió.

Más tarde, cuando llegamos a casa, él me dijo cuidadosamente que lo que yo le estaba diciendo en el autobús no sonaba como mi verdadero yo. Me dijo que inclusive mi cara se veía diferente. Él había sentido que alguna entidad estaba utilizándome para satisfacer sus deseos. Sólo para confirmar, buscamos consejo sobre este incidente a aspirantes de la SSRF que tienen un activado sexto sentido (ESP), y ellos lo diagnosticaron como un caso de posesión por un brujo sutil (māntrik), una variedad de fantasma (demonio, diablo, energía negativa etc.) que sigue causando problemas en mi vida. Esta revelación fue un punto decisivo porque me di cuenta de que algunos de mis comportamientos son causados por el brujo sutil. Este entendimiento me dio también la fuerza para luchar con la fe de que Dios me va a mostrar el camino para salir de la obscuridad.

7. El comienzo de una vida nueva

He estado realizando práctica espiritual durante los últimos cinco años. Todavía experimento una leve depresión de vez en cuando, y durante esos momentos, parece como si no hubiera manera de salir de la miseria. La diferencia es que ahora esos periodos no duran más de unos pocos días. Mi vida ha cambiado completamente después de realizar práctica espiritual como lo recomienda la SSRF. Ahora estoy casado y soy un orgulloso padre de un pequeño niño de 5 meses.

Esto es verdaderamente asombroso, ya que ahora mi vida ha adquirido la calidad que yo pensaba que sólo estaba reservada para otros. Ahora soy capaz de soportar todo lo que la vida esta vida está poniendo frente a mí.