Penitencia para vencer el pecado

Para entender este artículo, le recomendamos que se familiarice con los siguientes artículos:

1. Introducción

Disculparse por un error cometido y hacer lo posible para compensar la mala acción es una tendencia natural en los seres humanos. Incluso un niño pequeño que ha cometido un error aprende a pedir disculpas.

Una persona que comete errores o hace una mala acción incurre en pecado. Todos incurrimos en pecado en un momento u otro. En este artículo se explica qué se puede hacer para eliminar los efectos del pecado.

2. ¿Cómo vencer el pecado?

Es posible eliminar incluso el pecado más grande si se observa estrictamente la Rectitud (Dharma) con fe y valentía.

Dependiendo de nuestro temperamento básico, la etapa en nuestra vida, y otros factores, observar la Rectitud puede significar:

  • Penitencia (por ejemplo, para quienes siguen el Camino de Hathayoga esto puede significar someter el cuerpo a períodos prolongados de incomodidad).
  • Control sobre la mente, los órganos de los sentidos y los órganos de la motricidad (por ejemplo, hablar sólo lo necesario, controlar el deseo sexual, etc.)
  • Control sobre el cuerpo (por ejemplo, la velocidad de la respiración, etc.)
  • Sacrificio
  • Pureza en el comportamiento, etc.

Poner todo nuestro esfuerzo para proteger la Rectitud también nos absuelve de todos los pecados.

Sin embargo, debido al estilo de vida predominantemente Raja-Tama en la actual era de Kaliyuga, llevar un estilo de vida basado en la Rectitud es solamente una remota posibilidad.

Otra forma de eliminar las consecuencias del pecado es a través de la penitencia.

3. ¿Qué es penitencia?

Penitencia es sentir remordimiento por los errores o malas acciones cometidos y hacer un castigo apropiado para limpiar el pecado. La penitencia implica arrepentimiento y determinación.

Algunos beneficios de la penitencia son:

  • Absuelve a una persona de la sensación de culpabilidad derivada de la mala acción.
  • Absuelve a una persona de las consecuencias del pecado, por lo que el pecado cometido no se traspasa a la siguiente vida. Por tanto, elimina obstáculos en el progreso mundanal y espiritual.
  • Ayuda a desarrollar un sentimiento de satisfacción en la persona, así como en los que la rodean.
  • Ver a una persona que ha cometido injusticia hacer penitencia por sus errores, el odio en la mente de la víctima disminuye.

4. Tipos de penitencia

Dependiendo de la gravedad del pecado, las penitencias pueden variar de leves a severas.

Los pecados cometidos sin uno darse cuenta, por lo general pueden ser absueltos por medio del arrepentimiento o a través de la confesión pública del pecado. Por otro lado, para los pecados cometidos a sabiendas, se recomienda una severa penitencia.

Algunos ejemplos de penitencias:

  • Peregrinar
  • Donar
  • Ayunar

Se puede encontrar más detalles sobre la penitencia específica para cada tipo de pecado, en varios textos sagrados.

5. Diferencia entre castigo y penitencia – importancia del arrepentimiento

La diferencia entre el castigo y la penitencia está en el arrepentimiento de la persona que expía sus pecados. La persona que hace penitencia está bajo un juramento, cumple su juramento, y se vuelve virtuosa.

Por otra parte, sólo confesar el delito o sufrir un castigo no impide a una persona cometer varias veces tales errores. Los criminales que se enfrentan a un castigo por sus crímenes por lo general no se vuelven mejores, ya que no sienten arrepentimiento ni son conscientes de las terribles consecuencias de sus actos criminales.

La Rectitud enseña sobre méritos, pecados, y sobre el cumplimiento de la Rectitud en la vida cotidiana. Al seguir la Rectitud, la propia naturaleza básica de una persona se vuelve sátvica. Esa persona nunca piensa en cometer un acto malo y evita cualquier acto que genere pecados. Por tanto, donde prevalece la Rectitud no hay necesidad de leyes. Fue así en Satyayuga. No existía ninguna regla ni ley, porque todos eran sátvicos y por tanto no había necesidad de reglas o leyes. – Su Santidad Dr. Jayant Athavale

Vale la pena señalar que sentir remordimiento o confesar nuestros errores también tiene sus limitaciones, ya que una persona se acostumbra a pecar todos los días y a confesar los pecados.

Una vez se le hizo una pregunta a un santo: “¿Qué persona es mejor, la que confiesa sus errores o la que los esconde? La respuesta fue: “Las dos son más o menos lo mismo. Aquella que cambia y no repite los errores es la mejor”.

6. Importancia del canto y la devoción

En nuestros artículos sobre el canto, hemos explicado cómo hacer el canto crea un centro de devoción en la mente subconsciente y desvía los pensamientos que surgen de ella.

Nuestro acopio de méritos y pecados de vidas pasadas también se almacena en la mente subconsciente. Al igual que el sol destruye la niebla o la nieve se derrite, además de eliminar los pensamientos innecesarios de la mente, el canto destruye también nuestros pecados.

De hecho, cuando el canto comienza a suceder con devoción, los deseos que nos llevaron a pecar son eventualmente eliminados.

La penitencia solamente elimina el pecado pero no el deseo de pecar. Una vez que el deseo por la Liberación Final nace en una persona, el canto elimina tanto los deseos como el pecado. – Su Santidad Kane Maharaj, Narayangaon, Pune, Maharashtra, India.

7. La penitencia en el contexto de la eliminación de defectos de personalidad

El proceso de eliminación de defectos de personalidad es una parte integral de la práctica espiritual en el Camino de la Gracia del Gurú. Las penitencias son una de las herramientas disponibles en este proceso que ayuda a los aspirantes espirituales a reducir el efecto dañino de sus errores individuales y colectivos.

8. Resumen – penitencias para vencer el pecado y la práctica espiritual

El deseo, el odio, el apego, la expectativa, la ira, la codicia, el ego, los celos, etc., son las razones fundamentales que conducen a pecar. Disuadir a una persona de pecar sería posible sólo si entiende las normas relativas al pecado y sus consecuencias.

Es importante comprender que el castigo y la penitencia no eliminan la raíz de nuestro deseo de pecar. Sin embargo, es posible eliminar los defectos de personalidad y los deseos que conducen al pecado a través de la práctica espiritual regular.