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 1. Introducción

De niña creía que Dios existía, pero Él nunca tomó una forma en particular. Mi familia es de ascendencia china y seguíamos algunas creencias y tradiciones budistas pero no de forma muy estricta. Desde que tenía 10 años de edad, alguna que otra vez traté de hablar con Dios, usualmente durante la noche antes de dormir,  para agradecerle por cuidar de mi familia y pedirle que siguiera cuidándonos. Cuando me encontraba en algún problema o estaba por enfrentar un accidente serio, siempre recordaba a Dios.

 2. Problemas matrimoniales entre mis padres

Cuando era pequeña, mis padres empezaron a tener problemas maritales y con frecuencia frente a nosotros. Tengo dos hermanas, pero de las tres, mi madre me confiaba a mí las cosas que mi padre le hacía y decía. Lo que me decía me perturbaba y empecé a sentir rabia contra mi padre, y muy seguido me sentía deprimida ya que no había nada que yo pudiera hacer para remediar la situación.

Mis años de primaria estuvieron llenos de visitas al consejero escolar para que me ayudara a sobrellevar la situación en casa. Empecé a apegarme emocionalmente a mis maestros en la escuela ya que encontraba consuelo en la forma en la que me entendían y entendían  mi situación,cosa que no hacían mis compañeros. A pesar de recibir algún apoyo en la escuela, los problemas que sentía por dentro no se resolvían.

3. Adolescencia

Cuando tenía entre 15 y 16 años, sentí que algo  empezó a cambiar dentro de mí. La depresión que sentía sobre mi situación familiar se  convirtió en enojo hacia mis padres. Estaba enojada con mi padre por la doble vida que vivía y también con mi madre por no hacer nada al respecto, como divorciarse. Como mi madre siempre estaba molesta con mi padre, muy frecuentemente desquitaba su enojo y estrés conmigo y mis hermanas.

Radha-2008

Por esos años empecé a vestir todo de negro incluso usaba esmalte de uñas negro. Decidí cortarme el cabello muy corto por primera vez y pintarlo de varios colores de verde, azul y  morado.  En ese  entonces  también escuchaba mucha música de heavy metal como Slipknot y Godsmack con letras  obscenas y  a menudo maldecía en mi conversación habitual. Disfrutaba ver películas de terror y cuanto más horribles eran, más quería verlas. Empecé a tener ideas y deseos de perforar mis cejas, labio, etc. y de tatuar mi cuerpo.

Había también momentos en los que sentía tanto enojo sin ninguna razón en particular que me daban ganas de gritar o de golpear la pared. También me volví muy emocional durante esos años. Mis amigos y mi familia en ese  momento estaban confundidos porque era como si súbitamente hubiese surgido una nueva faceta de mi personalidad.

Luché por descubrir y encontrar quién era como persona y me sentía intranquila por dentro para seguir con varios intereses. En mi interior, esto me inquietaba constantemente. Más tarde me di cuenta de que sólo la Espiritualidad puede ayudarnos a saber quiénes somos en realidad.

4. Interés en la espiritualidad

Comencé a interesarme en la espiritualidad después de empezar la universidad en el 2008. Empecé a tomar diversas clases en Antropología y me interesé en aprender sobre los diversos sistemas de creencia y religiones de las diferentes culturas alrededor del mundo, así como su conocimiento de la dimensión espiritual.

Por ese tiempo, comencé a trabajar en una tienda de artículos de recreación al aire libre y camping donde me hice amiga de dos personas (quienes después serían aspirantes espirituales de la SSRF). Me sentí instantáneamente conectada con ambas personas ya que a menudo hablábamos de diversos temas sobre espiritualidad. Después del trabajo o durante los fines de semana iba a su casa a hablar sobre espiritualidad y me mostraban varios libros sobre espiritualidad y sanación espiritual.

5. Inicio de la  práctica espiritual con la SSRF

En el 2009 mis dos amigas del trabajo planificaron un viaje a Goa, India y me pidieron que cuidara su casa mientras estaban fuera. Cuando viajaron a la India, inesperadamente terminaron quedándose en el Centro de Investigación de la SSRF y comenzaron allí su práctica espiritual.

Durante esos pocos meses en los que estuvieron fuera, en mi casa comenzamos a tener algunas experiencias con una entidad negativa. Mi tía, mi hermana menor y yo podíamos percibir la presencia de esta energía negativa y ésta a menudo hacía diferentes cosas en la casa para asustarnos.

Sin saber qué hacer, le mandé un correo electrónico a mis dos amigas que estaban en el Centro de Investigación de la SSRF para que me explicaran qué estaba pasando, ya que eran las únicas amigas que tenía que podían comprender esto y probablemente ofrecernos alguna guía. Ellas me enviaron el enlace del sitio web de la SSRF y nos recomendaron empezar a cantar “Shri Gurudev Datta”. Mientras leía el sitio web por primera vez, recuerdo que sentí como si todo lo que estaba leyendo fuese la Verdad y nunca tuve dudas sobre lo que esos artículos decían.

La noche del primer día en que empecé a hacer el canto de Datta, tuve una experiencia vívida de parálisis del sueño y una presión dolorosa que empujaba mi cuerpo. Ya había experimentado  varias veces parálisis del sueño durante mi infancia, pero esta experiencia en particular fue la más extrema. De forma automática el canto de Datta empezó en mi mente y después de algún tiempo la parálisis del sueño y la presión desaparecieron. Empecé a hacer el canto de Datta diariamente y experimenté que cada vez que hacía el canto, la energía negativa no podía acercarse a mí y tenía que permanecer lejos. Esto fortaleció mi fe en que este canto en realidad me estaba protegiendo y también alentó a mi familia a hacerlo.

Yo trataba de hacer esfuerzos sinceros para poner en práctica cualquier cosa que los aspirantes espirituales de la SSRF me aconsejaban en cuanto al canto o los remedios de sanación espiritual, y entonces empecé a notar cambios positivos en mi estado mental y también a sentir bienestar. Empecé a sentirme más calmada en situaciones en las que generalmente tenía demasiados pensamientos o pensamientos negativos.

Al poco tiempo, mis amigas aspirantes regresaron de la India y compartieron conmigo todo lo que habían aprendido sobre la  práctica espiritual en el Centro de Investigación de la SSRF. Yo iba a su casa muy seguido para participar en satsang y me sentía muy  entusiasmada de ir ya que cada vez experimentaba mucha positividad y estaba ansiosa de aprender algo más que pudiera poner en práctica.

También empecé a asistir a los satsangs de la SSRF en América del Norte, los cuales se realizaban por medio de conferencias telefónicas cada semana y tuve varias experiencias espirituales que cada vez que tenía alguna pregunta en mi mente,la persona que conducía el satsang la respondía automáticamente, o algún otro asistente hacía la misma pregunta. Me aseguraba de que cada noche del viernes estuviera libre para asistir al satsang y rechazaba invitaciones de mis amigos para salir con ellos ya que la Chaitanya que experimentaba durante el satsang me ayudaba en mis esfuerzos en mi práctica espiritual durante toda la semana.

Pronto conocimos a un cuarto aspirantes espirituales que vivían en la misma ciudad que nosotros y que habían iniciado su práctica espiritual con la SSRF. Juntos organizamos y dirigimos una serie de talleres públicos de la SSRF en bibliotecas como parte de nuestro satseva.

6. Aprendiendo a manejar y superar el malestar espiritual

Después de  algún tiempo en la práctica espiritual, la aspirante que me guiaba me explicó que yo tenía malestar severo a causa de energías negativas. Ella me había dicho esto en la mañana antes de ir a la escuela, y recuerdo estar sentada en clase pensando que tener malestar severo significaba que estaba poseída por una energía negativa. Me tomó un tiempo aceptarlo, pero una vez que acepté la situación supe qué era lo que esto significaba en realidad y lo que necesitaba hacer para poder superar el malestar.

Mis años de adolescencia empezaron a tener mucho más sentido ya que me di cuenta de que todas mis inclinaciones y la razón por la que me sentía como si fuera dos personas diferentes,se debía a la entidad negativa que me había poseído.

A medida que empecé a incrementar mi práctica espiritual y los remedios de sanación espiritual, la energía negativa que me poseía empezó a manifestarse mediante movimientos físicos o a través de cambios en las expresiones faciales. Con frecuencia esto sucedía cuando me encontraba en un satsang o en un ambiente que tenía más sattvikta. Felizmente, Dios hizo que esto sucediera solamente en compañía de otros aspirantes espirituales y no delante de mi familia y amigos, ya que  probablemente me hubieran asustado.

El malestar también se manifestó en forma de muchos pensamientos negativos y pensamientos de querer hacerme daño a mí misma. Por ejemplo al conducir, a menudo tenía la necesidad de virar el volante para estrellar el coche, o visualizaba esto delante de mis ojos mientras conducía. En esos momentos, rogaba a Dios para que me ayudara y me mostrara la forma de librarme de estos pensamientos y sentimientos. A pesar de que estos pensamientos y sentimientos eran muy intensos, Dios nunca permitió que algo malo me pasara.

En enero de 2010, el taller espiritual de la SSRF que se realizaba en el Centro de Investigación de la SSRF, fue transmitido por Internet para algunos aspirantes espirituales del mundo.  Recuerdo que cuando trataba de ver cualquiera de las sesiones del taller,  el malestar era tan fuerte que no podía entender casi nada de lo que sucedía. Durante esa semana, los músculos de mi estómago se convulsionaban continuamente todo el día.  Aun así, tenía que conducir a la escuela,y tenía mucho miedo de lo que los demás podrían pensar si me vieran haciendo estos movimientos incontrolables.  Solo por la gracia de Dios, mientras estaba sentada en clase, o si estaba en compañía de mi familia, las contorsiones incontrolables de mi cuerpo se reducían a  pequeños movimientos. Sin embargo, cuando me encontraba sola los movimientos severos volvían. Al darme cuenta que los movimientos se reducían cuando era necesario, pensé que Dios estaría haciendo algo más allá de mi comprensión y lo acepté.

A través de estas experiencias, comencé a darme cuenta de que el malestar severo era en realidad una bendición de Dios ya que él me estaba enseñando cómo desarrollar un espíritu guerrero, cómo desarrollar seriedad e independencia en la sanación espiritual, de qué manera aceptarlas situaciones y, lo que es más importante,cómo desarrollar fe de que Dios está siempre cuidándome.

7. Visita al Centro de Investigación de la SSRF

En Julio de 2011, visité por primera vez el Centro de Investigación de la SSRF para participar en un taller. Después de este taller tomé la decisión de  dejar mis estudios y realizar práctica espiritual  a  tiempo completo.Ya había terminado mis estudios y obtenido una certificación,por lo que podía buscar un  empleo en ese campo, pero mi plan original había sido seguir estudios a nivel superior. Me di cuenta de que estaba desperdiciado mucho tiempo en ir a la escuela, cumplir con tareas y otros deberes, y en realidad mi situación mundanal y mis planes de obtener un grado superior en mis estudios, tenían mínima relevancia en comparación con la importancia dela práctica espiritual. El tiempo era ahora muy corto para hacer práctica espiritual antes de que llegaran  los tiempos difíciles.

Por la gracia de Dios, tuve la oportunidad de visitar el Centro de investigación de la SSRF varias veces entre los años 2011-2014, para hacer práctica espiritual.

En el Centro de Investigación de la SSRF, me sentí como en casa y en paz. Aprendí mucho de todos los aspirantes espirituales que vivían allí y recibí mucha ayuda y guía para mi práctica y progreso espiritual. Hice esfuerzos para implementar los 8 aspectos de la práctica espiritual y me concentré en practicar el Proceso de eliminación de defectos de personalidad. Estar en constante compañía de Santos fortaleció más mi convicción de que no hay nada más importante que vivir espiritualmente y realizar práctica espiritual.

Durante mis primeras visitas al Centro de Investigación de la SSRF, la energía aflictiva que me  estaba poseyendo se manifestaba a menudo violentamente. Participé en diferentes experimentos sutiles en los cuales la energía negativa se manifestaba y contorsionaba en formas inhumanas. Estos experimentos me permitieron  aprender más sobre las energías negativas y cómo diferenciar mi persona de la entidad que me poseía.

Lo único que podía calmar estas manifestaciones era hacer esfuerzos para despertar emoción espiritual, cantar el nombre de Dios y hacer intensas oraciones a Dios. Estas experiencias fortalecieron mi fe de que sólo Dios podía salvarme del malestar y de las energías negativas, y la razón por la que estas experiencias se llevan a cabo es precisamente esa.  La otra razón es que el malestar ocasionado por la energía negativa disminuye en el aspirante después de estos experimentos sutiles  ya que las entidades negativas son forzadas a manifestarse y por tanto pierden su energía negra,  lo cual  ayuda al aspirante.

8. Alcanzando 61% de nivel espiritual

En marzo de 2013, mientras me encontraba en el Centro de Investigación de la SSRF, se anunció que yo había alcanzado el nivel espiritual de  61%. Sentí inmensa gratitud a Dios ya que fue sólo por Su gracia y protección que progresé espiritualmente a pesar del malestar espiritual que experimenté.

Al tratar de aceptar y asumir cada situación y experiencia como una práctica espiritual, Dios me mostró que cuando damos un paso hacia Dios, Él da diez pasos hacia nosotros. Estaba agradecida de que a través de todos los aspirantes con quienes estaba en la SSRF, Dios me guió y ayudó a practicar los 8 aspectos de la práctica espiritual, y a aprender cómo hacer esfuerzos para superar mis defectos y ego a mediante el proceso de eliminación de defectos de personalidad.

9. Estado actual

No sé dónde me encontraría si no hubiera estado en contacto con la SSRF y hubiera iniciado mi práctica espiritual con ellos. Sólo a través de la práctica espiritual pude darme cuenta del verdadero propósito de la vida y aceptar la dificultades que enfrenté.Ya no tengo confusión sobre quién soy pues la práctica espiritual me ha ayudado a darme cuenta de que todos somos verdaderamente el alma interior.

Mi  malestar espiritual se ha reducido mucho y ahora puedo dedicar más tiempo a la práctica espiritual y al Satseva. Estoy en deuda con Dios y con la SSRF por ayudarme a superar este malestar espiritual que pudo haberme afligido por incontables vidas. La paz y la tranquilidad que se siente por dentro cuando se hace práctica espiritual es algo que veo muchas personas buscan en la sociedad.

Exhorto a los lectores de la SSRF, a iniciar su práctica espiritual hoy, ya que no hay nada más en este mundo que pueda traerles paz y los ayude a darse cuenta de quiénes son en realidad. Sin importar cuántas subidas y bajadas hayan en el camino espiritual, les motivo a perseverar con fe ya que el objetivo final de alcanzar a Dios vale cada momento de esfuerzo que uno pone para estar en este camino.

– Sra. Christie Leung (Sra. Radha Mallick después del matrimonio), Vancouver, Canada